El santuario de Nuestra Señora de Cadeiras es uno de los monumentos más emblemáticos y a la vez desconocidos de la Ribeira Sacra.

Sito en la parroquia de Pinol, Sober, y a escasos metros de uno de los miradores más visitas del Cañón del Sil, está, sin lugar a dudas, en un enclave espectacular a 601 metros sobre el nivel del mar.

Un lugar, sin duda de culto pagano debido a su situación y a las piedras próximas al santuario, con forma de “cadeiras”  sillas, que posiblemente darían el nombre a la Virgen que sería venerada a continuación.

La romería

El 8 de septiembre, festivo local en el municipio soberino, tiene lugar su popular romería. Es una de las pocas fechas anuales en las que se puede visitar el interior de este santuario barroco, ya que sólo ofician misas para eventos especiales, no funciona como iglesia parroquial.

La leyenda

En Cadeiras se construiría una de las tres capillas de hermanas vírgenes que, según la tradición, cuenta que fue3ron dispuestas a lo largo del Cañón del Sil de modo que todas pudieran verse y oírse. Si bien se trata de una historia que parece bien hilada no hay consenso en cuanto a la ubicación de estos espacios, barajándose las opción de la ermita de Triguás, la iglesia de los Remedios de Castro Caldelas e incluso la de Monte Faro de Chantada.

Los textos escritos

Según los textos escritos conservados, el santuario debió de construirse entre 1780 y 1794.  Vicente González, arquitecto y monje del monasterio de San Vicente del Pino, en Monforte de Lemos, fue el encargado de trazar los planos. Los cuales continúan desaparecidos hasta la fecha, aunque se sabe que la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, fue quien los aprobó. Sin embargo, se conservan los trazados de montea gravados en el pavimento del edificio.

La construcción

Esta concluye en el año 1975 tal y como indica la inscripción de la fachada. Desde ese ángulo podemos apreciar también que se trata de un templo inacabado: un único campanario, la falta de la bóveda y la poca altura de la nave son algunas de las pistas que se nos ponen a la vista.

También apreciamos los arranques de los arcos de medio punto que comunicarían las 3 naves proyectadas

Ya en el interior, han aparecido recientemente una serie de pinturas murales pendientes de restauración y, el retablo mayor, que al parecer vendría del convento de los Franciscanos, desamortizado y vendido a piezas, y dos retablos laterales que procederían de la iglesia parroquial de San Vicente de Pinol.